El panorama de la seguridad pública en México enfrenta un nuevo desafío en el sector financiero. Durante el primer tramo del gobierno de Claudia Sheinbaum, el delito de robo a bancos ha mostrado señales de alerta que capturan la atención de analistas y ciudadanos. Según los datos más recientes del informe «México en Números» de TResearch, en octubre de 2025 se registró un incremento del 57% en las denuncias por este ilícito en comparación con el mismo mes del año anterior. Este repunte mensual ocurre en un contexto donde, en lo que va de la actual administración, ya se acumulan un total de 90 casos reportados ante las autoridades.
A pesar de que la cifra de 90 robos representa el acumulado del sexenio hasta el corte de octubre, el dato que más resalta es la velocidad con la que se presentaron las denuncias en el último mes registrado. Mientras que en octubre de 2024 se contabilizaron apenas siete eventos, para el mismo periodo de 2025 la cifra subió a 11 denuncias. Este cambio de tendencia es significativo para un país que busca consolidar una estrategia de seguridad efectiva en sus centros urbanos y puntos financieros.
Al analizar la distribución geográfica de estos delitos, queda claro que la problemática no afecta a todo el territorio por igual. Tres estados concentran casi la mitad de la actividad delictiva contra instituciones bancarias en el presente sexenio. Chihuahua, Guerrero y Veracruz reúnen, en conjunto, el 42% de los casos totales. Específicamente, Chihuahua encabeza la lista con 14 incidentes, seguido muy de cerca por Guerrero con 13 y Veracruz con 11 casos reportados.
Si observamos la tasa de robos por cada millón de habitantes, la vulnerabilidad de ciertas regiones se vuelve aún más evidente. Chihuahua y Guerrero lideran este indicador con cuatro casos por cada millón de personas, una cifra que cuadruplica el promedio nacional, el cual se mantiene cercano a un robo por cada millón de habitantes. Michoacán ocupa el tercer puesto en esta medición con una tasa de dos casos por cada millón.
Desde una perspectiva histórica, el delito de robo a bancos en México ha experimentado una reducción drástica en la última década. En el año 2015, el país sufría una crisis mucho mayor en este rubro, alcanzando los 614 casos anuales. Desde entonces, la cifra ha descendido de manera constante: 569 en 2016, 535 en 2017 y 394 en 2018. Para el cierre de 2024, la cifra se ubicó en 137 casos, lo que representa una caída sustancial frente a los números de hace diez años.
Sin embargo, el dato de 2025 —que ya suma 90 casos a falta de los últimos meses del año— sugiere que la tendencia a la baja podría estar encontrando un piso o incluso un ligero retorno al alza en regiones específicas. Para los ciudadanos interesados en la política nacional, estas estadísticas son un termómetro crucial para medir la efectividad de la coordinación entre las fiscalías estatales y el gobierno federal en la protección del patrimonio y la integridad en las zonas comerciales del país.
