Las empresas del mundo entero están soltando la billetera como nunca para blindarse contra los hackers que usan inteligencia artificial (IA) como su nuevo superpoder. ¡Sí, lees bien! Según una encuesta fresquita de KPMG del 15 de diciembre de 2025, el 99% de los jefes de seguridad planean subir sus presupuestos en los próximos dos o tres años, y el 98% ya lo hizo en el último año. ¿Por qué tanto pánico? Porque el 83% dice que los ciberataques han explotado, con trucos de IA que engañan a la gente como en esas películas de espías.
Imagina esto: la ciberseguridad ya no es un tema de «nerds» en el sótano de IT, sino el riesgo número uno para directivos, consejos de administración y hasta CFOs, según Protiviti. En su estudio con 1.540 ejecutivos top, todos coinciden: ¡es un boom! Gartner predice que el gasto global en seguridad informática llegará a 213 mil millones de dólares en 2025 y saltará a 240 mil millones en 2026, un crecimiento del 12.5%. Y ojo, el 54% de las compañías subirá su presupuesto entre 6% y 10%, con un 70% destinando más del 10% solo a proyectos de IA, como defiendas contra deepfakes que roban identidades.
Pero espera, hay más drama. Marsh, en su megaencuesta a 2.200 líderes de 20 países, revela que el 66% aumentará inversiones en el próximo año, y un 26% lo hará en un brutal 25% o más. Prioridades calientes: tecnología antiataques, planes para emergencias, contratar cracks y manejar accesos (el 42% lo pone en el top, dice KPMG). En redes como X, posts de @CybersecurityNews hablan de cómo la IA está multiplicando amenazas como ransomware «inteligente» que se adapta en tiempo real.
¿Y el problema gordo? ¡Falta gente! Hay un hueco de 4.8 millones de puestos sin cubrir, un 87% más de lo que se necesita, según expertos. El 53% de líderes no encuentran candidatos calificados, así que suben sueldos (49%), entrenan internamente (49%) o contratan outsiders (25%). Aun con plata de sobra, el 52% pelea por priorizar presupuestos. CEOs ven el talento como el talón de Aquiles, pero todos saben: un hackeo puede tumbar tu reputación, parar operaciones y traerte multas millonarias.
Esto no es ciencia ficción, es el 2025 real. ¿Tu empresa está lista o va a ser la próxima víctima?


























