Siete años de populismo e ineficacia ¿digno de celebración?

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“Es inexacto decir que las crisis desencadenan populismos,

son los populismos los que desencadenan y provocan las crisis”

Benjamín Moffit

Durante siglos muchos filósofos, historiadores, sociólogos, politólogos y un sinfín de pensadores e intelectuales se han dedicado a investigar, definir, escribir, enseñar sobre el arte de la Política, los gobierno y la ciudadanía para llegar a conclusiones, pero sobre todo para generar reflexiones y conductas que nos dirijan a tener una mejor vida. La humanidad ha tenido un sinfín de formas de gobierno, ha buscado el centro de la democracia o el centro de lo que pueda generar una vida mejor. En este momento el debate continua y la búsqueda sigue en pie.

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En México no hemos sido capaces ciudadanos y gobernantes de llegar al punto necesario para lograr la gran Nación que nos merecemos. Hablamos mucho de todo la que poseemos, de nuestras grandezas, de nuestras oportunidades, pero no somos capaces de encontrar el punto medio que nos lleve al progreso y nos saque del hoyo en el que estamos, no pensamos de manera solidaria y en general solo se quiere jalar agua para el molino de cada uno, eso nos hunde más y más. Reinventamos a México con cada gobernante que llega y callamos todos ante las adversidades.

Con mucho enojo viví el espectáculo que nos montó el gobierno en turno. El pasado sábado 6 de diciembre otra vez fuimos testigos de la adoración al culto de la persona. Que descaro preparar una fiesta nacional para alabarse y echarse porras. México no está para eso en estos momentos, ya bastante circo vamos a tener con los partidos de fut bol del Mundial 2026, de nuestra mal llamada sede mundialista, seremos un pequeño peldaño solamente. Vuelvo al tema ese sábado fue patético lo que vivimos, una burla más a los mexicanos. Hay muy poco, muy poco que celebrar

MORENA y sus seguidores, los que destruyen movidos por el resentimiento y la venganza todos encabezados por AMLO y Claudia, celebran los 7 años de la Transformación. Pero todos los que están con ellos y los que no estamos de acuerdo debemos realmente hacer un balance serio de la situación que vivimos en México. Y cuidado que Claudia está más ideologizada y es más represiva.

El populismo ha existido, pero después de crisis financieras y deudas el término reapareció para identificar toda expresión política antielitista, divisiva y personalista. En la década de los 90 resurgió pero ahora lo vemos revivir y más intenso. El populismo ha servido en general para reconfigurar el Marxismo, no con sus propias expresiones pero sí con el mismo significado, radicalizar la democracia y sobre todo la lucha de los de abajo contra los de arriba.

Cuidado porque hoy todo se hace y justifica en nombre de la democracia. La dinámica populista comienza con una crisis y sustitución de valores y consiste en cercenar el prestigio y utilidad de las instituciones. Hay crisis porque hemos extraviado el sentido de la Política. La política es un lugar de encuentro, es mesura, debe buscar la verdad, debe haber discusión abierta, libre y razonada en todos los temas que incumben a una sociedad. Con el auge de los líderes mesiánicos y de la desinformación se ha sustituido la política por la antipolítica, la emoción a la reflexión, la división y polarización al acuerdo. Ellos, los populistas dicen que la oposición es desleal porque desestabiliza e interfiere en la voluntad de la “mayoría”

Estos actos dignos de un pasado dictatorial de los 60s, 70s, y parte de los 80s pensamos que se habían acabado. El acarreo la movilización, el ir a aplaudir, rendir tributo al gran Tlatoani. Son copias fieles de los orígenes de MORENA, López Obrador y sus caudillos locales hechos a la imagen y semejanza del viejo PRI. Los que eran diferentes salieron peores. No es posible hacer una manifestación con cientos de miles de ciudadanos acarreados, manipulados, desinformados y algunos miles convencidos, cuando en México siguen las muertes, la violencia, la inseguridad, la falta de medicinas y atención médica, el desempleo, el nulo crecimiento económico, la deuda creciendo, sus obras faraónicas no funcionan y pierden dinero, el sistema educativo está por los suelos, gobiernos que no escuchan por ejemplo los oídos sordos ante las protestas de campesinos, ganaderos madres buscadoras, ataque a los jóvenes. La imposición de un Poder Judicial a modo, de unas leyes de aguas catastróficas, cuando hacen la farsa del cambio del Fiscal General de la República, habla de coordinación cuando buscan subordinación, entre otras desgracias.

Es por eso que nuevamente debemos analizar, reflexionar y tener en mente como a través de un populismo dictatorial nos están hundiendo. Estamos obligados a entender lo que sucede, a tener conciencia, a ser solidarios. Sartori por ejemplo anticipó este fenómeno de actividades caudillistas o mesiánicas que era desviando el auténtico sentido de la democracia con el pretexto de purificarla y depurarla. Veamos la virtud de una democracia está en la limitación del Poder, evitar la autocracia, la prevalencia del Estado de Derecho, que haya pluralismo y proyección contra arbitrariedades. Y ahora después de más de 30 años de lo escrito por Sartori y otros autores como Linz vemos como el quiebre de estos conceptos se da por un absolutismo democrático encarnado por un líder carismático y que concentra todo el Poder.

El discurso perverso de AMLO, primero, y seguido por Claudia es meter en la cabeza de todos que la oposición es ilegítima y que los ciudadanos que movilizan son el pueblo bueno siempre y cuando éstos dirijan sus protestas con el bando contrario. Estas personas hablo de los “líderes” del Movimiento y sus más allegados no entienden que la creatividad y la calidad de una sociedad son sumamente necesarias para promover el Bien Común. Estos políticos dicen que los adversarios son las instituciones que buscan el equilibrio de los poderes, son obstáculos. Nada ni nadie puede ni debe impedir que el Ejecutivo cumpla con la voluntad de lo que identifica como mayoría.

Usan los populistas antidemocráticos el espectáculo, la banalización y por ende el ciudadano no exigen información sino compromiso sentimental por eso hoy esos líderes mesiánicos se erigen en sanadores capaces de calmar la indignación. Estos líderes elaboran sus discursos victimizándose, dividiendo, su democracia es amenazada por “fuerzas ocultas” La moralización eleva la disputa entre buenos y malos, se recurre al pasado, a la frivolidad, la moralización es una técnica de asfixia. Por así requerirlo usan la mentira constantemente, usan conceptos para que se les acepte sus futuras mentiras generando confusiones que impide distinguir la realidad de la ficción en resumen a saturar a los ciudadanos.

Los invito a estudiar realmente cómo está México, quienes ganan con esto, que protagonistas de la ex Mafia del Poder siguen de ganones, ver por qué los Partidos Políticos han perdido su esencia y razón de ser, revisar si tu vida y la de tus hijos, familia y amigos es la que quieres y sueñas, ver si vives tranquilo y en paz, pero sobre todo que haces para llegar a tener el México que necesitas.

@truebadeorizaba

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