La situación económica de las familias mexicanas ha encendido los focos rojos en el sistema de ahorro para el retiro. Durante el pasado mes de octubre de 2025, la disposición de recursos de las Afores por concepto de desempleo alcanzó su nivel más alto en lo que va del año, marcando una tendencia que preocupa tanto a analistas como a las autoridades financieras.
De acuerdo con el más reciente reporte de TResearch International, basado en cifras de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR), tan solo en octubre, 185,975 trabajadores se vieron obligados a retirar dinero de su cuenta individual para enfrentar la falta de trabajo. Esta cifra no es menor: representa un incremento del 6% en comparación con el mismo mes del año anterior, cuando 175,985 personas recurrieron a esta medida de emergencia.
Este fenómeno no solo refleja la volatilidad del mercado laboral, sino también el encarecimiento de la vida en México. El dato más revelador es el monto promedio que cada trabajador está solicitando. Mientras que en 2015 un desempleado retiraba un promedio de 7,464 pesos para subsistir, en 2025 esta cifra se ha disparado dramáticamente. En octubre de este año, el promedio por retiro fue de 19,832 pesos. Esto significa que los mexicanos necesitan casi el triple de dinero que hace una década para cubrir sus necesidades básicas mientras encuentran un nuevo empleo.
El análisis histórico de los datos nos muestra que, aunque las cifras actuales son alarmantes, aún se mantienen por debajo del pico histórico registrado durante la pandemia. En octubre de 2020, en pleno confinamiento y crisis sanitaria, más de 192,000 trabajadores hicieron uso de este derecho. Sin embargo, el repunte actual en 2025 sugiere que, lejos de estabilizarse, la necesidad de liquidez de la clase trabajadora sigue en aumento constante.
Es importante recordar que retirar dinero de la Afore por desempleo es un derecho de los trabajadores formales, pero tiene un costo alto a largo plazo: se descuentan semanas de cotización. Esto implica que quienes hoy utilizan este «salvavidas» financiero tendrán que trabajar más años para poder jubilarse o verán reducida su pensión futura.
La tendencia para el cierre de 2025 se vislumbra compleja. Octubre se ha posicionado como el mes con mayor actividad de retiros del año, superando a meses tradicionalmente difíciles como enero o septiembre. La suma total retirada del sistema en este mes ascendió a más de 3,768 millones de pesos, una inyección de liquidez que alivia el presente de miles de familias, pero que hipoteca silenciosamente su futuro.
Para el público interesado en la política económica y social de México, estas cifras son un termómetro ineludible de la realidad a ras de suelo. Más allá de los discursos oficiales sobre la estabilidad macroeconómica, el bolsillo de los ciudadanos cuenta una historia de resistencia y necesidad que las Afores están financiando.






































