DeVotos y otros políticos Nonsanctos: Opositores en problemas

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¡Ay, nanita! En el circo de la política mexicana, donde los payasos cambian de carpa pero no de nariz roja, esta semana el foco ilumina a dos dinosaurios que podrían quedarse sin boleto para la próxima función electoral: Jorge Romero del PAN y Alejandro «Alito» Moreno del PRI. Imagínense: uno temblando por un «cártel» que suena a película de narcos pero huele a departamentos de lujo en Benito Juárez, y el otro, con el fuero más chamuscado que taquito de carnitas en comal viejo.

Empecemos por Romero, el jefazo panista que se la pasa posando de «familia y libertad» mientras su pasado inmobiliario le pica como pulga en el culo. Con la llegada de Ernestina Godoy a la FGR –esa fiscal que, como jefa en la CDMX, armó la carpeta del «Cártel Inmobiliario» que salpicó hasta sus calzones– el vato dice «terror no le tenemos a nadie, gracias a Dios». ¿En serio, carnal? Si Sheinbaum lo llamó «la máxima expresión de corrupción» en una mañanera, y Godoy desenterró el modus operandi de explosiones, sobornos y permisos express para torres que aplastaban parques, ¿crees que no va a revivir eso en plena precampaña? El PAN ya tiembla: Romero, Taboada y su pandilla de constructores podrían acabar en la cárcel en vez de en el Senado. ¡Pum! Adiós impunidad, hola esposas.

Y no se crean que Alito Moreno duerme con las patas en alto. El priista, que como gobernador de Campeche se creyó el rey, ahora enfrenta una segunda solicitud de desafuero por desviar 83.5 millones de pesotes en peculado y abuso de poder. La Fiscalía campechana no lo suelta: ya vincularon a 17 de sus excompadres, y el proceso arranca en septiembre. «Persecución política de Morena», grita el cuate, pero ¿y los audios donde presume propiedades como si fueran fichas de dominó? Con el PRI hecho trizas y elecciones en el horizonte, un desafuero lo mandaría al banquillo, arrastrando al partido al abismo. ¡Qué ironía, el que prometía «revolución institucional» ahora pide amparo como si fuera sábana santa!

En fin, devotos: mientras Morena afila cuchillos, estos nonsantos rezan por milagros. ¿Sobrevivirán al vendaval Godoy y las fiscalías? Ojalá no, que de tanto robar, ya se les nota el hambre de justicia ajena. ¡Que tiemble la oposición, o mejor dicho, que les tiemble el fuero!

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