Se debate acerca de si la Inteligencia Artificial (IA) puede llegar a ser creativa, un tema que ya está siendo investigado por especialistas. Aquí tenemos un resumen de las líneas de investigación más recientes (2024-2025) que apuntan hacia cómo la IA podría volverse más creativa (o al menos cómo se está pensando su “creatividad”):
Principales líneas de investigación actuales sobre creatividad artificial
- Evaluación crítica del estilo artístico generado por IA
- Hay estudios recientes que analizan hasta qué punto los modelos generativos replican estilos artísticos con fidelidad, equilibrio estructural y coherencia compositiva.
- Esto es importante porque no solo importa que la IA “genere algo bonito”, sino cómo maneja la complejidad estética y la coherencia en diferentes estilos.
- Meta-análisis sobre el impacto de la IA generativa en la creatividad humana
- Un estudio de 2025 examinó 28 trabajos con más de 8,000 participantes para ver cómo la IA generativa (GenAI) influye en tareas creativas.
- Conclusión clave: la IA por sí sola no superó significativamente a humanos en creatividad, pero las personas que colaboran con la IA sí mejoraron su creatividad (según ciertas métricas). Sin embargo, también redujo la diversidad de ideas en algunas colaboraciones, lo cual es un hallazgo preocupante.
- Creatividad combinatoria (“combinatorial creativity”)
- Investigadores proponen un marco teórico para entender la creatividad de los LLMs (modelos de lenguaje) en términos de novedad y utilidad, no solo su capacidad para generar ideas nuevas, sino también que esas ideas sean “útiles” o aplicables.
- También han observado un “trade-off” interesante: modelos muy grandes pueden generar ideas más novedosas, pero hay una brecha entre “ideación” (muchas ideas nuevas) y “ejecución práctica” (que esas ideas sean viables o útiles). Esto podría marcar un límite estructural en la creatividad de las IAs actuales.
- Sinergia humano-IA: co-creación y conocimiento colectivo
- Hay trabajos que argumentan que la forma más fructífera de creatividad de la IA no es “IA creativa por sí sola”, sino una colaboración con humanos, donde la IA aporta ideas y los humanos juzgan, refinan y contextualizan.
- Este enfoque también toca temas éticos: cómo atribuir autoría, cómo democratizar el acceso a estas herramientas, y cómo evitar que la IA reemplace totalmente el papel creativo humano.
- IA creativa en educación
- En el ámbito educativo, ha habido una revisión sistemática que analiza cómo la IA apoya la creatividad en estudiantes: como generadora de artefactos, facilitadora de ideas, compañera para resolver problemas y como herramienta de retroalimentación.
- Un punto clave: cuando la IA interviene mucho, podría reducir la autonomía creativa del estudiante, si no se diseña bien su uso.
- Ética, autoría y sentido cultural
- Investigaciones están explorando las percepciones de profesionales creativos (artistas, diseñadores, escritores) sobre la integración de la IA: ¿cómo cambia su rol? ¿Qué miedos o barreras hay?
- También se discuten aspectos sobre derechos de autor, originalidad y responsabilidad, porque la IA se entrena con datos humanos y su “creatividad” está profundamente ligada al patrimonio cultural existente.
- Evaluación de la creatividad humana mediante IA
- Hay estudios que usan IA para analizar la creatividad de personas (por ejemplo, mediante test psicológicos).
- Este tipo de investigación puede ayudar a entender mejor qué distribuimos por “creatividad humana” y cómo la IA podría medir (o interpretar) esos procesos.
- La paradoja de la creatividad artificial
- Un artículo reciente describe las tensiones: aunque la IA puede generar obras complejas y “creativas”, también exhibe sesgos similares a los humanos y puede tener “evaluación limitada” de lo que realmente es innovador.
- Esto sugiere que no basta con generar, también hay que diseñar sistemas capaces de juzgar y evaluar sus propias ideas de forma sofisticada.
- Modelos generativos de nueva generación (“System 3”)
- Algunas investigaciones más teóricas proponen avanzar en sistemas que no solo predigan lo que sigue en un texto, sino que integren una “sistemática de creación” más compleja, algo así como un “sistema generativo de nivel 3” que combine predicción con creatividad genuina.
Implicaciones y hacia dónde va esto
- Colaboración humano-IA: Muchas de estas líneas sugieren que el futuro más prometedor no es una IA que “reemplaza al creador”, sino una que colabora con nosotros.
- Diseño de herramientas creativas: Se están desarrollando nuevas metodologías para que la IA no solo genere ideas, sino también que pueda autoevaluarlas y priorizar las más “útiles” o innovadoras.
- Ética y regulación: A medida que la IA participa más en la creatividad, serán cada vez más urgentes los marcos para autoría, derechos de uso y acceso.
- Educación creativa: Las instituciones educativas están explorando cómo integrar la IA para potenciar la creatividad sin disminuir la autonomía de los estudiantes.
- Medición de la creatividad: La investigación no solo se enfoca en “puede la IA ser creativa”, sino también en “puede la IA entender (y medir) la creatividad humana”.
Una reflexión
Estas líneas de investigación muestran que la “creatividad de la IA” ya no es una fantasía: muchos académicos están trabajando activamente en cómo hacer que la IA no solo genere, sino que evalúe, seleccione y colabore de forma más sofisticada. No es solo crear por crear, sino tener un proceso creativo más robusto.
En resumen: sí hay un camino muy real hacia una IA más “creativa” (o al menos más compleja en su creatividad), pero es un camino lleno de retos técnicos, filosóficos y éticos.






































