¡Órale, carnales! Imagínense la escena: el norte de Veracruz hecho sopa, con 35 muertos, 18 desaparecidos y miles de familias chapoteando en el lodazal de Poza Rica y Álamo, mientras la gobernadora Rocío Nahle anda en modo «vacacioncita» en el norte del país. ¿En serio, Rocío? ¿Paseando cuando el río Cazones se desborda y se lleva casas, carros y esperanzas? Eso sí que es un «ligero desbordamiento», como ella lo bautizó, pa’ que no suene tan pinche grave. ¡Ja! Como si el cambio climático fuera una llovizna de mayo.
Pero el clavo mayor vino cuando la jefa, Claudia Sheinbaum, aterriza en Poza Rica pa’ entregar apoyos federales –porque el estado, pues ni madres–. Ahí, una dama en silla de ruedas, con su hijo enfermo y la casa hecha mierda, le suelta el madrazo en vivo: «¡Me prometiste ayuda y no cumpliste nada, Rocío!». La zacatecana, con cara de «¡qué chinga esto!», responde: «¿De qué es?». ¡Pura perla! Como si la bronca fuera una receta de mole. Y mientras, la gente abuchea, corre a la prensa y Sheinbaum se pinta sola, sin su «compañerita» de Morena. Dicen que la presidenta la llamó tres veces antes del diluvio, pero Nahle en plan fantasma. ¿Coincidencia o siesta prolongada?
Y no para ahí el show de circo. Antes de este chaparrón de críticas, el columnista Raymundo Rivapalacio le dio con todo en su columna: «La tormenta de los ineptos», donde pinta a Nahle y al de Puebla como los peores líderes de la crisis, hundidos en «arrogancia política e improvisación administrativa». ¿La reacción de la tía Chío? Un video bien chilango, gritando «¡Nadie la quiere! ¿Por qué llovió tanto, Rocío Nahle? ¡Buitres y carroñeros!». Ay, güey, si hasta canceló el seguro contra desastres de 400 millones en mayo, pa’ crear su propia aseguradora chafa. ¡Genial, ahora los damnificados «agradecen» con sarcasmo los sueros y electrolitos que mandó, como si fueran el premio gordo de la lotería!
Esto no es humor negro, es la realidad veracruzana: promesas que se van por el caño, alertas que llegan tarde (sirenas a las 3 a.m., ¿en serio?), y una gobernadora que evita las colonias mugrosas pa’ no ensuciarse los tacones. Sheinbaum defiende a su ahijada diciendo que «hace un buen trabajo», pero entre nos, carnal, huele a que ya le pusieron distancia en Palacio. ¿Revocación de mandato? Nahle dice que se va hasta 2030, pero con este desmadre, el pueblo ya anda juntando firmas pa’ mandarla de regreso a Zacatecas, con su maletas y su «eficiencia» petrolera.
¡En fin, devotos de la 4T, si esto es gobernar con «amor al pueblo», mejor que llueva más, pa’ que se inunde el Palacio de Gobierno y veamos si Rocío nada o se hunde como Dos Bocas! ¿Qué opinan, raza? ¿Siguiente round o ya le damos el micrófono a los damnificados?
