Queridos lectores, aquí en Off the Record nos ponemos la lupa de los chismes y los rumores que corren por las redes, porque donde hay humo, a veces hay fuego. Esta semana, Roy Campos, el mero mero de Consulta Mitofsky, soltó en una entrevista que la corrupción, aunque está en boca de todos en programas de análisis y mesas de café, no le quita el sueño al ciudadano de a pie. Según él, la gente sigue más preocupada por la inseguridad o el billete que no alcanza. Pero, ¿qué tiene que pasar para que la corrupción pegue como la violencia o el alza de la tortilla? Vamos a desmenuzar los trascendidos que andan circulando.
En X, los usuarios están que no calientan con el tema. Un tuitero, @JuaneloSinMiedo, soltó: “¿Corrupción? ¡Si eso es el pan de cada día! Nadie se espanta porque todos los políticos son iguales”. Y no está solo. Muchos en redes creen que la corrupción es como el aire: está en todos lados, pero no la ves hasta que te asfixia. Otros, como @LupitaIndignada, dicen que el problema es que los escándalos de corrupción no se sienten en el bolsillo… hasta que te suben los impuestos o te cierran el hospital por falta de fondos. ¿Será que la gente no conecta los puntos?
Por otro lado, hay quienes sospechan que el gobierno y los medios tienen su parte de culpa. Un hilo viral de @AnalistaChairo apunta a que los grandes casos de corrupción, como los contratos chuecos o los moches en obra pública, se diluyen en shows mediáticos. “Nos venden que fulanito robó millones, pero luego no pasa nada. ¡Ni un preso!”, escribió. Y no le falta razón: en redes, muchos creen que, sin castigos ejemplares, la corrupción seguirá siendo un “pues ni modo” para el mexicano.
Ahora, hay un rumor que corre como reguero de pólvora: para que la corrupción sea el tema estrella, tendría que haber un megadesmadre. Algo como un colapso de servicios públicos por desvíos descarados o un escándalo que toque fibras personales, como el desabasto de medicinas. @CachorroRebelde tuiteó: “Si un hospital se queda sin oxígeno por un desvío, ahí sí la gente se va a encabronar”. Y ojo, porque también hay quienes dicen que la 4T ha sabido vender la idea de que ellos “no son corruptos”, aunque las sospechas sobre contratos a compadres no dejan de aparecer en X.
En fin, estos son puros rumores y comentarios de la banda en redes, nada confirmado. Pero si algo está claro es que, para que la corrupción pese como la inseguridad, hace falta que la gente la sienta en la piel. ¿Un escándalo épico? ¿Un castigo de portada? Ya veremos.
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