La Esquizofrenia Política de la 4T: ¡Ay, Mamá, lo que me haces ver!

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Aquí su «Redactor Irreverente» con la columna que nadie pidió, pero que todos necesitaban leer, aunque sea para echar una buena carcajada, o dos, o para encabronarse más de lo que ya están. ¿Listos para el chismecito político? Agárrense, que ahí les va.

¡Puta madre! ¿Quién entiende a esta gente? Neta, ¿alguien me puede explicar la lógica de la Cuarta Transformación? Porque yo, con todo y mis posgrados en el arte de la ironía y el sarcasmo, nomás no le hallo. Un día, el coro celestial de la 4T, con la mismísima presidenta Sheinbaum y sus apóstoles de Morena a la cabeza, sale a decir que la oposición está más muerta que mi esperanza de que el metro funcione bien un lunes por la mañana. Que no valen para pura madre, que sus votos son tan escasos como la decencia en la política mexicana. ¡Ah, pero eso sí, con una sonrisa de oreja a oreja, como si hubieran descubierto la cura para la cruda!

Y uno, de ingenuo, les cree. Dice: «Ah, qué chido, ya se armó, estos cuates tienen todo bajo control, la oposición es un chiste, como mis intentos de dieta». Pero ¡zas!, al día siguiente, la misma banda, con la cara descompuesta y los ojos inyectados de histeria, sale a despotricar. ¿Y por qué? ¿Por qué la poca asistencia a la «histórica» elección judicial que se sacaron de la manga? ¡Ah, no, pos claro! ¡Fue culpa de la oposición! O peor aún, ¿por las declaraciones de cualquier cristiano del gobierno de Trump? ¡No mames! ¡Es que no hay coherencia, no hay congruencia, no hay ni pa’ dónde hacerse!

Es como si tuvieran un botón de «culpa a la oposición» que aprietan cada vez que algo les sale mal. El tráfico, la inflación, que se te quemó el arroz, ¡la culpa es de la oposición! Son como ese bato que te dice que eres un pinche bueno para nada, pero luego te acusa de todos sus males. ¡Ah, qué pinche bipolaridad política! Y uno, aquí, con la cara de «¿qué pedo?», tratando de entender si son genios de la estrategia o si ya de plano se les cruzaron los cables.

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Así que, mis queridos lectores, la próxima vez que escuchen a estos personajes, pónganse sus lentes de la ironía y su chaleco anti-mamadas, porque la 4T es como un meme: un día te ríes y al otro no sabes si llorar o aventarles un jitomate. Y así es como nos tienen, en el limbo de la confusión, pero eso sí, bien informados, aunque sea a base de sarcasmo.


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