¡Órale, chavos! En esta entrega de «DeVotos y otros políticos Nonsanctos», les traigo el chisme más negro del barrio: la extorsión, ese «impuesto al aire» que los narcos y los vivales cobran como si fueran el SAT con esteroides. Según la Coparmex –sí, esos empresarios que sudan la gota gorda para no quebrar–, hasta septiembre del 2025, el «derecho de piso» les ha chupado 21 mil millones de pesos. ¿Y saben cuántito es eso al día? ¡77 millones, nomás! Imagínense: mientras tú y yo peleamos por la propina del taquero, los cárteles se reparten un sueldo que ni el G20 envidiaría. No mames, con esa lana podrían comprar medio Michoacán y aún les sobraría para un yate con piscina de aguacate.
Pero esperen, que el gobierno federal –ese que prometió «transformar» hasta el clima– al fin se avivó. En julio largaron su pomposa «Estrategia Nacional contra la Extorsión», con discursos de «unidad» y fotos de abrazos a víctimas. Y para rematar, la presidenta Sheinbaum mandó al Congreso una iniciativa de ley que, ¡milagro!, ya aprobaron los diputados. ¿Qué trae? Penas de 6 a 15 años de cárcel por extorsionar, y hasta 25 si le metes agravantes como «cobro de piso» o joder a menores. Suena chido, ¿verdad? Una Ley General para Prevenir, Investigar y Sancionar, con tipo penal único en todo el país. ¡Por fin, el narco va a sudar más que un político en mañanera!
Ah, pero aquí viene la ironía del siglo: ¿dónde carajos estaba esta «estrategia» mientras los empresarios pagaban 21 mil milloncitos? ¿En el cajón de los «mañana lo vemos»? Porque, según los datos de Infobae y Milenio, la cifra negra –esos delitos que no se denuncian por miedo a que te manden un «regalo» de plomo– hace que el problema sea más grande que el ego de un diputado. Y no olvidemos: en estados como Guerrero o el Estado de México, la extorsión es el pan de cada día, y la Guardia Nacional anda más perdida que turista en el Metro un lunes.
Sarcasmo mode on: Bravo por las penas más duras, gobierno. Ojalá sirvan para algo más que llenar titulares. Porque si con «abrazos, no balazos» no se calmó la fiesta, ¿qué nos hace pensar que unas letritas en el Código Penal van a espantar a los que ya ven México como su casino particular? Empresarios, agarren su chequera y recen; políticos, sigan «previniendo» desde el aire acondicionado. Y nosotros, mero espectadores, a ver si esta «cruzada» no termina en otro abrazo fallido.
¡Hasta la próxima, devotos del desmadre! No se dejen extorsionar… ni por el narco, ni por el meme.

















