¡Vaya que la cosa está que arde, compas! Mientras en México las autoridades parecen jugar a las escondidas con los peces gordos, en Estados Unidos no se andan con rodeos y ya le echaron el guante a tres casos que aquí nomás no se ven. Rumores, trascendidos y el chisme de las redes apuntan a que el Tío Sam está haciendo el trabajo que en México parece que se les olvida. Vamos a desmenuzar este culebrón, pero ojo, todo lo que les cuento son versiones no confirmadas, puro chisme de pasillo y lo que se dice en el X.
Primero, el temita del lavado de dinero. Según el Departamento del Tesoro gringo, dos bancos mexicanos, CIBanco e Intercam, y una casa de bolsa, Vector, están metidos hasta el cuello con los cárteles de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación y compañía. Dicen que movieron millones de verdes para comprar precursores químicos en China, como si fueran pedidos de AliExpress para hacer fentanilo. Lo jugoso es que Vector es de Alfonso Romo, exjefe de la Oficina de AMLO. ¡Uy, qué casualidad! En X, la gente ya anda diciendo que esto huele a protección desde las altas esferas, porque, ¿cómo es que nadie vio nada en México? Las instituciones niegan todo, claro, y la Secretaría de Hacienda dice que “no hay pruebas”. Pero en las redes, el runrún es que el gobierno mexicano está más ocupado tapando el sol con un dedo que investigando.
Luego, los sobornos en Pemex. El chisme en las redes apunta a que durante el sexenio pasado, empresarios, incluyendo uno muy panista, habrían untado la mano a funcionarios de la petrolera para sacar tajada. En X, algunos usuarios juran que estos “regalitos” no son cosa del pasado y que la corrupción en Pemex sigue siendo el pan de cada día. Hay quienes dicen que los nombres de los implicados están más guardados que el secreto de la receta de la Coca-Cola, pero que en EU ya tienen la lista completa. ¿Será que allá sí hacen la tarea?
Y para cerrar con broche de oro, la detención de Carlos Treviño, exdirector de Pemex, en Dallas. Según posts en X, lo agarraron por una orden de aprehensión ligada al caso Odebrecht, gracias a la delación de Emilio Lozoya. La presidenta Sheinbaum confirmó que lo deportarán a México para juzgarlo por corrupción, pero en las redes ya hay quienes apuestan que esto es puro show. “¿Y los del actual régimen cuándo?”, se lee en un tuit. Otros murmuran que esto es solo la punta del iceberg y que pronto caerán más nombres pesados, incluso cercanos al círculo de AMLO.
En fin, mientras en México parece que el narco y la corrupción juegan al gato y al ratón, en EU están poniendo el dedo en la llaga. ¿Coincidencia o alguien está limpiando la casa desde afuera? Puro chisme, claro, pero el que nada debe, nada teme, ¿no?
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