El reciente pronunciamiento del abogado Jeffrey Lichtman, defensor de Ovidio Guzmán, ha reavivado la tensión entre el gobierno mexicano y la defensa de figuras clave del Cártel de Sinaloa. En un post en X, Lichtman cuestionó la postura de México respecto a Ismael «El Mayo» Zambada, líder histórico del cártel, al afirmar que durante 50 años el gobierno mexicano no mostró interés en capturarlo, pero ahora, tras su detención en Estados Unidos en julio de 2024, insiste en su repatriación. Este comentario, cargado de críticas, pone en el centro del debate la relación bilateral entre México y EE.UU. en materia de seguridad y narcotráfico, así como la credibilidad de las instituciones mexicanas.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha respondido previamente a señalamientos similares de Lichtman, calificándolos de «irrespetuosos» y anunciando una demanda por difamación en su contra en julio de 2025. La controversia comenzó cuando Lichtman acusó al gobierno mexicano de actuar como «el brazo de relaciones públicas» del Cártel de Sinaloa, lo que desató una reacción inmediata de Sheinbaum, quien defendió la soberanía nacional y la integridad de su administración. En su conferencia matutina del 24 de julio, Sheinbaum reiteró su exigencia a EE.UU. para que proporcione información completa sobre la detención de Zambada, subrayando la importancia de la colaboración bilateral sin «injerencismo» ni «subordinación». La mandataria enfatizó que México no defiende a Zambada, sino que cuestiona la legalidad de su traslado a EE.UU., que él mismo ha denunciado como un secuestro perpetrado por Joaquín Guzmán López, hijo de «El Chapo».
For 50 years you had no interest in bringing him to justice in Mexico. Suddenly now that he no longer is in Mexico, you can’t stop asking for his return.
— Jeffrey Lichtman (@JHLichtmanLaw) July 24, 2025
La detención de Zambada, ocurrida hace un año, ha generado fricciones diplomáticas. México reclama que no fue notificado de la operación, lo que considera una violación a su soberanía. Además, el caso ha desatado una ola de violencia en Sinaloa, con un saldo de 1,352 muertos, según reportes, debido a disputas internas en el cártel. Sheinbaum ha insistido en que su gobierno busca pacificar el país y combatir el crimen organizado, pero las críticas de Lichtman sugieren una percepción de inacción histórica frente a figuras como Zambada.
La posible respuesta de Sheinbaum a este nuevo ataque podría centrarse en reforzar la narrativa de cooperación internacional basada en el respeto mutuo, mientras se espera que la demanda por difamación avance bajo la Consejería Jurídica de Presidencia. El caso no solo pone a prueba la relación México-EE.UU., sino que también evidencia las tensiones internas en México, donde sectores políticos han intentado vincular al partido gobernante, Morena, con el crimen organizado, acusaciones que Sheinbaum ha negado categóricamente.
El desenlace de esta disputa legal y diplomática será crucial para definir el rumbo de la política de seguridad y la imagen internacional del gobierno mexicano. La insistencia en la repatriación de Zambada y la confrontación con Lichtman reflejan un esfuerzo por reafirmar la soberanía nacional en un contexto de presiones externas e internas.
There is no ads to display, Please add some